ALBERTO DE PEDRO ABASCAL | Fotografía: Alberto de Pedro

Hoy se celebra la segunda vuelta de las elecciones al rector de la Universidad de Valladolid. En este caso se disputan el puesto Daniel Miguel San José, actual rector, y Antonio Largo Cabrerizo, tras haber desbancado a los otros dos candidatos Ángel Marina y Agustín García Matilla.

La mesa electoral se abre a las diez de la mañana pero no es hasta las once, aprovechando el cambio de clase, cuando se empieza a registrar mayor actividad. Se llegan a formar incluso colas.

Los encargados de que la jornada transcurra correctamente y de que los estudiantes puedan votar en la Facultad de Filosofía y Letras son Jorge Ortiz, estudiante de cuarto de Filología Inglesa, Blanca Vázquez, estudiante de primero de Filología Hispánica, y Daniel Escribano, estudiante de tercero de inglesa.

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“La verdad es que se hace pesado. Son muchas horas y sobre todo cuando no hay gente nos aburrimos. Nos han convocado a las nueve y cuarto y cerramos a las siete de la tarde; pero queda el recuento de los votos y el levantamiento de actas”, dice Jorge. Para Blanca las jornadas discurren de una forma similar. Comenta que ya sabían cómo funciona el proceso puesto que ya estuvieron en la primera vuelta. “Juan Carlos, vicesecretario de alumnos nos ha dado el papeleo y lo hemos rellenado hasta las diez. El inicio de las votaciones ha sido bastante calmado aunque a las 11 ha habido más revuelo”, añade.

Daniel explica que la participación por el momento es normal; similar a la de la primera vuelta y que la mañana transcurre sin incidentes. Dice que no tienen agobios y que cuando más estudiantes esperan es a las doce y a las dos. “El día se hace muy largo y hay mucha gente que realmente no sabe lo que tiene que hacer o que ni siquiera conocía las elecciones”.

En un momento de alta participación, el votante Juan Galván da su impresión sobre las jornadas. “He votado a Daniel Miguel porque creo que tiene unas propuestas realmente buenas para la universidad y me parece bueno darle continuidad a su proyecto. Hay cosas que hay que mejorar pero yo creo que él es consciente. He asistido a los debates de ambos y el único que me ha convencido es Daniel Miguel. De hecho Matilla solo leía los papeles, Marina estaba muy nervioso y eran solo Daniel Miguel y Antonio Largo los que debatieron”, explica. En su caso la elección es clara.

Son dos las personas que preparan el doctorado las que han venido preguntando si podrían votar. Conviene aclarar que las mesas de las facultades son sólo para estudiantes de grado. El resto debe ir a la Casa del Estudiante.

A las doce de la mañana se registra una actividad de 140 personas y a la una de 220, por lo que se puede apreciar que según avanza el día los alumnos se van animando a participar.

Excepto esas pequeñas confusiones todo está muy tranquilo. Clara Gonzalez Valcárcel, vicedecana de alumnos, pasa de vez en cuando por la zona para asegurarse de que el proceso transcurra de forma correcta. “Creo que las jornadas se están desarrollando con un poco de hastío vital por parte de los estudiantes sobre todo motivado por la constante presión de los candidatos que en el último momento se han acordado de ellos y que está teniendo un efecto contraproducente. Es muy probable que baje la participación”, comenta, y añade: Espero sinceramente que quien gane se comprometa a cumplir sus promesas y que no defraude a los estudiantes como viene haciendo los últimos años.

Otro votante, esta vez de Antonio Largo, es Juan Sanz. “Por lo que me he informado me parece que tiene buna pinta. He leído que en alternativa universitaria criticaban a Daniel Miguel y me ha ayudado a decantarme por la otra opción. Al ser un candidato nuevo me parece que puede aportar algo diferente a la universidad”, aclara.

En otro momento, entre votación y votación, se acerca Juan Carlos Martín Cea, secretario académico de la facultad, y explica que su función es la de constituir las mesas electorales y de encargarse de que no haya incidentes. También hacer que los que presiden la mesa estén lo más cómodos posibles, puesto que ello supone una actividad cansada y repetitiva.

Concluye diciendo que “parece que la participación tiende a ser elevada dentro de lo habitual en el colectivo de estudiantes y destaca que se está celebrando con normalidad y buen ánimo por parte de los representantes”.