CELIA GALLEGO ALEJANDRO | Fotografías: Celia Gallego
La oscura leyenda de Valladolid del sillón maldito ha cobrado vida en la literatura gracias a la nueva novela de Víctor Manuel del Pozo, un joven informático cuya pasión por la literatura se remonta muchos años atrás. Tras casi un centenar de microcuentos escritos y algún que otro intento de novela, casi por casualidad ha retomado la leyenda que atrae a muchos vallisoletanos, la leyenda del sillón del diablo.
Víctor nos lleva en su novela hasta un Valladolid de 1550 de la mano de Andrés de Proaza, el protagonista de la historia. Tal y como describía el autor “un alma blanca que página tras página se va descubriendo cómo se va ennegreciendo”.

–Eres ingeniero informático, ¿cómo lo has podido compaginar?
Primero me gustó la literatura, pero mi vida fue dando tumbos hasta llegar a ser ingeniero informático. La informática y la tecnología me encantan, pero la literatura me apasiona desde mucho antes, la verdad es que creo que yo debí haber hecho psicología o alguna carrera en esa línea.
-¿Qué referentes tienes en el ámbito de la literatura?
De todo un poco y por épocas: tan pronto tengo una época que me da por leer más best sellers, tipo Dan Brown, y luego hay otras veces en las que me pongo más nostálgico y me da por leer algún clásico. La literatura de Valladolid, principalmente. Siempre que encuentro algo, lo devoro.
-¿Cómo llegó la inspiración para escribir El sillón del diablo?
Siempre he escrito cosas, relatos, microcuentos… Incluso llegué a hacer un amago de novela. Tengo cuadernos de cuando era pequeño, de los que comprábamos de anillas, todos escritos a mano, lleno de historias. Pero todo lo que hasta ahora había escrito no había llegado a ningún público, de repente un día llegó esta idea, pensaba escribirla como una historia más pero al contar esta idea a familiares y amigos, al enseñar el prólogo o algún capítulo, sus rostros eran completamente distintos. Les iba gustando la idea y hemos llegado hasta aquí.

-¿Cómo fue el proceso de escribir la novela?
De la historia del sillón del diablo casi no hay donde documentarse porque al ser una leyenda va de boca en boca, aunque algunos escritores han relatado algo. Me documenté más de la forma de vida característica del siglo XVI, qué había donde hoy está la plaza mayor, platerías… La trama en realidad contiende dos historias en una: tiene de trasfondo la historia de Andrés de Proaza, donde me invento una vida, un pasado para él. Un joven portugués que llega a Valladolid lleno de sueños y posibilidades, un alma blanca que poco a poco va oscureciéndose a lo largo de la novela. La parte actual de la historia es la que más trabajo me ha llevado, es también una novela policíaca.
-¿Cuánto tardaste en escribirlo? ¿Fue difícil?
Me llevó casi más tiempo publicarlo que escribirlo, la verdad. Tardé en escribirlo aproximadamente un año y medio y en publicarlo más de un año. El hecho de conseguir que lo publiquen, maquetar, remaquetar… Es un proceso muy largo.
-¿Tienes proyectos de futuro?
Muchísimos, siempre tengo algo empezado. El mismo día en que puse fin al Sillón del diablo comencé una historia nueva y ahora va bastante avanzada.
-¿Cómo fue la acogida de la novela?
Cada libro que sé que tiene alguien conocido les ha gustado, a no ser de que mientan muy bien (ríe).
-¿Las siguientes novelas que tienes pensadas serán del mismo estilo?
Sí, de hecho la que estoy escribiendo ahora mismo podría ser la continuación de El sillón del diablo; no sigue la misma trama, pero se reciclan los personajes y el universo.