El reparto de tareas en el hogar no tiene género

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AITANA BRUSA SAFIGUEROA  |  Fotografía: Aitana Brusa

Por suerte, parece que poco a poco se van dejando atrás los anacrónicos prejuicios que sitúan a la mujer como única responsable de las tareas de la casa. Asimismo, los sedimentos del movimiento feminista continúan labrando un remover de conciencias, un necesario sentimiento de inclusión e igualdad social. Julio A. de Frutos y Marisa León Vega fueron los encargados de impartir esta semana el ‘Taller de corresponsabilidad en el hogar’, en el Centro Cívico de la Rondilla, para continuar normalizando la igualdad de responsabilidades entre géneros.

La primera intervención de Marisa León fue breve y se limitó a presentar a su compañero Julio de Frutos, así como a recordar distintas charlas y actos que tendrán lugar durante el mes de noviembre con motivo del ‘Día Internacional de la Eliminación de la violencia de género’, que detallaría con más precisión durante el debate abierto tras la charla. Julio de Frutos, ponente principal del taller, comenzó su introducción presentándose: “Hola, soy Julio de Frutos y soy un hombre feminista”. Dejó así muy clara su posición ante el tema del machismo y la orientación que la conferencia que tendría, desde la visión de un hombre.

Como el propio nombre de la actividad indica, la jornada prestó especial atención al asunto de la corresponsabilidad ante las tareas del hogar, un tema a la orden del día y que sigue acarreando verdaderos retrocesos en materia de igualdad. La corresponsabilidad no es otra cosa que dividir las tareas del hogar entre todos los miembros de la casa. Algo que parece sencillo, incluso obvio, aunque Julio dejó claro que en pleno siglo XXI seguía acarreando problemas. “Han dejado de escucharse tantas barbaridades como las de ‘la mujer a fregar cacharros y nosotros a traer el dinero'”, explicó De Frutos, aunque aseguró que sigue existiendo la idea de que la mujer es quien tiene que encargarse del cuidado de la casa, mientras el hombre “llega a casa y se sienta en el sofá a ver la tele”. Según el experto, esta opinión se combate día a día y se basa en ser conscientes de lo necesaria que es la ruptura de estereotipos a favor de un cambio de mentalidad igualitario.

“Decir que no te hacer gracia un comentario machista de tus amigos es luchar por la igualdad”


Una manera de hacer frente a esto es la eliminación de los ‘micromachismos’. “Decir que no te hacer gracia un comentario machista de tus amigos, es luchar por la igualdad”, explicó el ponente, ya que con gestos tan sencillos pueden cambiarse aspectos que llevan arraigados en nuestra sociedad y cultura durante tantos años. Algo en lo que el conferenciante hizo verdadero hincapié fue en que la igualdad en el hogar, y en todos los ámbitos, no se consigue sin los hombres. Se precisa de ellos y de su participación para la ruptura de los roles patriarcales, de la sociedad por y para hombres. Si un varón no tiene predisposición para cambiar este estilo de vida, para ayudar a su pareja en las tareas domésticas, es imposible que la corresponsabilidad fructifique. Como hombres igualitarios, tienen una tarea muy difícil que es autorecortarse el poder que la comunidad les ha otorgado por el mero hecho de ser del sexo que son.

Pese a los avances en materia de igualdad laboral, que se han experimentado en los últimos años, ahora el siguiente paso, según De Frutos, es conseguir que el hombre comparta las tareas del hogar y que obtenga de esta manera un beneficio para el género masculino al implicarse. Incluso la Unión Europea se da dado cuenta de la lacra que la no-corresponsabilidad trae consigo, lo que le ha llevado a elaborar un decálogo con todos los beneficios que tiene para el hombre la corresponsabilidad.  Lo sustancial, de esta forma, es conseguir el reparto de tareas y responsabilidades a diario y comprobar que se hace correctamente, contando que para conseguir resultados hay que dar tiempo porque lo importante es que todo funcione para el beneficio familiar sin poner la referencia en si quien lo hace es el hombre o la mujer.

Marisa León, miembro de ASIES (Asociación igualdad es sociedad, derechos y oportunidades para colectivos en desventaja), intervino al finalizar el discurso de Julio A. de Frutos, cuando dio comienzo el debate con el público asistente. Una de las mujeres en la sala denotó la casi nula asistencia por parte de hombres a esta charla y a otras muchas orientadas hacia estos temas. Marisa señaló que son consciente de que a estos actos mayoritariamente sólo acuden mujeres, pero señaló que, como mujeres, deben “actuar con inteligencia y desde una nueva óptica”. “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma”, aseguró.

Asimismo, León aseguró que aunque los hombres no asistan a las charlas y conferencias sobre la igualdad de género, confiaba en que sean las mujeres las que hagan de correa conductora hacia los hombres para transmitirles las ideas que se exponen. También insistió mucho en que hay que inculcar estos nuevos valores y cambios sociales a los más jóvenes, en colegios, institutos, etc. “Si no están tenemos que ir” enunció al finalizar su mensaje, haciendo referencia a la idea ya expuesta de ser las mujeres las que se acerquen a los hombres y consigan acercarles a este tema de suma importancia desde su educación más temprana.