INÉS MODRÓN LECUE | Fotografía: Diego Sobrecueva |
Diego Sobrecueva (León, 1998) es el fundador de Baladí, una revista digital que creó junto a algunos compañeros en 2016, cuando estudiaba primero de Periodismo, en la Universidad de Valladolid. Este proyecto ha ayudado a Diego a mejorar como profesional y, ahora, muestra orgulloso su página web, donde se pueden leer artículos de temática muy variada.
Pregunta: ¿Qué contenido ofrece Baladí a sus lectores?
Respuesta: Pues de todo tipo, no quería limitar el contenido y decidí que lo mejor sería tener varias secciones que abarcasen todo tipo de temas. Aun así, sobre todo, solemos ofrecer análisis de películas y series, artículos de historia y columnas de opinión.
P: ¿Cómo nació la idea de fundar esta revista?
R: En primero de carrera quería tener un sitio donde ir publicando sin tener que andar pendiente de un director, con los límites y presiones que ello conlleva. Así surgió la idea de, entre comillas, ser mi propio jefe.
P: Una vez tenía la idea en mente, ¿cómo la convirtió en realidad? ¿Contó con la ayuda de alguno de sus profesores en el proceso?
R: Pues la verdad es que no tuve apenas ayuda. Algunos compañeros que sabían algo más sí que se ofrecieron a echar una mano, pero, sobre todo, a base de echarle horas y paciencia. Yo apenas tenía algunos conocimientos básicos de maquetación web, así que me puse a ver vídeos en YouTube y a informarme al máximo en blogs especializados. Evidentemente, fue un caso de ensayo y error y con el tiempo vamos mejorando en detalles. Hoy en día, se puede aprender a hacer casi cualquier cosa desde un ordenador, ya no hay limitaciones, solo excusas.
P: Según la RAE, algo ‘baladí’ es “de poca importancia”, ¿por qué eligió ese nombre?
R: Pues la verdad es que la historia es curiosa. Se le ocurrió a una compañera, porque un profesor la repetía mucho y nos hacía gracia. Con el tiempo, buscamos un significado más allá de la broma y cobró fuerza la idea de que somos algo pequeño sin apenas importancia, pero con ganas de decir muchas cosas.
P: ¿De cuánta gente se compone el equipo de la revista? ¿Son todos estudiantes?
R: Esa es una pregunta difícil de responder, durante la vida de la revista, más de 2 años, han participado más de 50 personas diferentes y cada caso es un mundo. Actualmente, contamos con 21 redactores en el grupo, pero su aportación varía en el tiempo. Para resumir, puedo decir que, en general, han participado estudiantes de diferentes carreras de España y Latinoamérica. Al tener libertad total, hay gente que ha escrito un solo artículo y otros han mantenido una sección durante meses. El equipo varía continuamente, pero aún aguantan algunos que llevan desde el principio. El eje inamovible siempre soy yo.
P: ¿Cómo se compagina estudiar una carrera con mantener este proyecto activo y con contenido de calidad?
R: Compaginarlo en general es fácil. Aprovecho los trabajos de clase para la revista y viceversa. Estoy aprendiendo mucho y, en ocasiones, me sirve para ahorrar tiempo. Sí que hay épocas de exámenes en las que decaen las publicaciones, porque estamos todos ocupados. A pesar de eso, y con bastante esfuerzo, siempre intento mantener un ritmo mínimo de publicaciones.
P: ¿Cómo valora la evolución de Baladí desde su fundación en 2016?
R: Pues la verdad es que ha sido positiva, las visitas no son tan altas como me gustaría y a veces desanima un poco. Hacer una entrevista o un buen artículo y recibir felicitaciones sienta bien, sobre todo, cuando ves que se valora lo que haces. De vez en cuando, me llevo sorpresas como un vídeo de Vodafone, en el que apareció un extracto de una entrevista mía. Esas cosas te ponen las pilas y animan a hacer más. De momento, sigo mirando al futuro, espero que siga esta trayectoria ascendente.
P: ¿La revista se financia de alguna manera?
R: La financiación es una de nuestras asignaturas pendientes. Este año, pagué el dominio para poder poner anuncios, pero conseguir dinero es más difícil de lo que parece, se necesita un volumen de visitas muy alto para tener beneficios. Aparte de eso, alguna vez he valorado la opción del crowfunding, pero creo que sería una obligación que aún ni quiero, ni puedo asumir. Me encantaría poder pagar a las personas que escriben e invertir en difusión y medios, pero de momento es un hobby con vistas al futuro.
P: Baladí es una revista digital, ¿cree que el periodismo escrito está condenado a trasladarse definitivamente a Internet o siempre quedará hueco en el mercado para los diarios impresos tradicionales?
R: Esa es una pregunta que creo que nadie puede responder de forma categórica. Desde mi punto de vista, el mercado cambiará. Los anuncios en Internet tienen que ser más rentables para mantener las redacciones y los periódicos tendrán que decidir si se dejan llevar por la impaciencia del lector en Internet o si eligen parar, verificar la información y dar las noticias con más calidad. ¿Cuando pasará esto? Lo ignoro y no creo que nadie tenga la verdad absoluta, recordemos que cada vez que sale un avance muchos dan por muertos a los anteriores, pasó con la radio, la prensa escrita y pasará con la televisión.