MAYELA DE CASTRO GARCÍA  |  Fotografía: Sandra Soria  |

Con la aparición de Internet, las redes sociales y la continua evolución de las nuevas tecnologías se han desarrollado nuevas formas de comunicación. El manejo de estas hanprovocado un gran impacto en la sociedad, hasta el punto de generar desinterés hacia el informador, al preocuparse solo por el contenido. Esto se conoce como desintermediación.

¿Qué es la desintermediación?

Es todo aquel proceso comunicativo realizado por los medios masas, caracterizado por la eliminación de intermediarios por parte de la población. En otras palabras, es la desvinculación del mediador que realiza la sociedad durante la intercomunicación de los mass media. Unido a ella, aparece la globalización de la información, lo que ha debilitado la capacidad de los estados para controlar todos los datos que circulan por Internet.

Las consecuencias que tiene el auge de este proceso derivan en el abandono de los medios tradicionales por parte de la sociedad, que utiliza como nuevos canales de comunicación  las redes sociales, los medios digitales e Internet. En este caso, la desintermediación tiene el papel intermediario entre los medios tradicionales y aquellos que se abren camino. Un ejemplo de ello es la desaparición de la prensa.

Para Gloria López Jiménez, coordinadora de Servicio de Orientación y Formación, la teoría de la comunicación de la aguja hipodérmica o bala mágica, pierde sentido por este proceso. Y lo demuestra en su artículo de la Revista Internacional del Mundo Económico y del Derecho.

Y es que, la teoría de la aguja hipodérmica, de Harold Dwight Lasswell, pretendía demostrar que los medios publicaban información tratada, como si fuera veraz. Para ello, Dwight recogió unos análisis de propaganda y sus efectos en la opinión pública. Sin embargo, este estudio queda desmentido con la desintermediación, ya que la información llega sin filtrar.

En el ámbito político, este proceso adquiere gran relevancia, ya que impide el control de los medios de comunicación. Además, facilita el intercambio directo entre personas con el uso de las redes sociales sin necesidad de un intermediario. Esto evita que las organizaciones colectivas actúen como canales de información.

Los partidos políticos y las redes sociales son parte de los grupos más beneficiados durante este proceso. Según un estudio de blog Elogía dos de cada tres españoles siguen la actualidad política a través de las redes sociales, ya que el mensaje realizado por el político va directamente a la audiencia.

Un ejemplo claro de desintermediación en la comunicación política es el éxito de Donald Trump en las elecciones de 2016. El expresidente de Estados Unidos contaba con bastante éxito a pesar de tener rechazo en el Partido Republicano. Este fue el método utilizado también por el candidato demócrata Joe Biden en las elecciones de 2020. Saltó las vías de comunicación tradicionales al anunciar formalmente su candidatura en redes sociales, directos en Facebook y Twitter.

En definitiva, la desintermediación es un fenómeno que ha surgido para quedarse y transformar la manera de distribuir y acceder a la información. Además, puede cambiar la manera de ver el periodismo, la política, la comunicación y la sociedad.