Montserrat Boix: «el periodismo ciudadano es una riqueza»

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Entrevistar a Montserrat Boix resultaba complicado por no saber cuál de los aspectos que la definen tomar como eje fundamental de la conversación. Hablamos con una periodista, feminista y una mujer comprometida con los nuevos medios, la era digital, el periodismo ciudadano y el software libre en una intensa entrevista en la que era imposible no aprender algo.

P: Durante la conferencia has tratado el tema del periodismo ciudadano en ámbito internacional, ¿dentro de nuestras fronteras, en el periodismo nacional, hemos atendido a este tipo de periodismo en temas como el 15M, protestas en Barcelona… para documentar?

Montserrat Boix (M.B.): Estoy siempre conectada, he seguido las asambleas de Valencia por streaming, del que recuerdo que surgió el debate de «nos estará viendo la policía» y ellos decían «no tenemos nada que ocultar» mientras en Estados Unidos estaban observándolos para tomar métodos para trabajar allí también. En periodismo es importante tomar todas las fuentes para saber lo que está pasando. Otro asunto es que aún no hay suficiente tradición por parte de los periodistas en medios tradicionales para fijarse en esas cosas y luego tenemos el serio problema con la confirmación de las fuentes. Por ejemplo, en el tema de los desahucios es una fuente fundamental e ineludible.

P: En este momento convulso de la economía, de la sociedad, ¿el periodismo que estamos viendo es un periodismo mirando al ciudadano o siguen imperando por mucho los intereses comerciales?

M.B: Tenemos que diferenciar entre los que son las y los periodistas y los medios de comunicación y es difícil a veces equilibrar lo que a un periodista le interesa con lo que le interesa al medio. En esto, cada periodista trabaja para su medio y tiene que encontrar el equilibrio. En general los grandes medios de comunicación deben repensar cómo se están planteando la información porque van por detrás de la sociedad. Por otra parte hay muchos intereses políticos y económicos que provocan que los leamos con cierta prevención. Lo interesante es que la ciudadanía debería aprender a seleccionar y a tener una posición crítica con todos los medios, saber a qué periodista leen, dónde lo leen… Esto no quiere decir que todo el periodismo esté manipulado, sino que hay unos puntos de vista, entonces cuando el periodista dice «este es mi punto de vista y estos son los datos que tenemos y a partir de ahí puedo concluir todo esto», otro asunto es el «yo opino…». Y con esto, todos los ciudadanos y ciudadanas deberían tener este criterio y así, seguro que saldríamos ganando los y las periodistas.

P: Desde algunos sectores se dice que «el periodismo que hay hoy en día es el periodismo que la gente reclama, o el que merece»

M.B: Es mentira, ¿a quién se lo has escuchado? ¿Me vas a dar un disgusto?

P: No, ¡qué va! Desde ciertos personajes relacionados con la comunicación es algo que se escucha, pero sin autor definido… 

M.B: Lo que está claro es que la ciudadanía reclama otra cosa y prueba de ello es que cada vez tiene más protagonismo en los medios digitales y los medios que en otros momentos llamábamos «alternativos» que ya no lo son por la potencia impresionante a nivel de redes sociales. Ya sé que pueden decirme «ya, pero es que hay mucha gente que no está conectada», lo sé pero también es cierto que en estos momentos lo que pasa en la Red tiene mucha influencia en los contenidos tradicionales. De hecho, muchas de las cosas que van a papel ahora son noticias que han tenido durante el día más visitas. Lo digital y la Red está sirviendo de test sobre lo que le importa a la gente. Los medios tradicionales no son el centro y tienen que espabilar para plantear cosas que interesen a la ciudadanía. Ser feminista ha sido «ser el demonio»

«El conocimiento feminista ha estado alejado de los espacios tradicionales de formación porque ser feminista era ser el demonio.»

P: Como trabajadora de TVE, con la administración tanto la anterior como la actual, se ha hablado de manipulación en función de uno de los gobiernos. ¿Te has visto involucrada en ello? ¿Qué opinas al respecto?

M.B: Ya me hubiera gustado que Zapatero hubiera mandado más en la tele en sus años. Había ciertas cosas en política de igualdad en las que a mí me salían sarpullidos. En aquel momento se decía que los y las periodistas se formaran en igualdad, y esto todos los gobiernos lo intentan, y de alguna manera había una legislación que hacía de cortafuegos y esta legislación, nada más llegar el PP, se la ha cargado. A partir de ahí ciertas garantías que había se han ido a paseo, y la gente sospecha. En cuanto a dificultades, igual que a Fran Llorente hubo que explicarle que el asunto del 15M era importante, que no podía obviarlo, seguramente a nuestro actual director de informativos habrá algunas cosas que le gustaría obviar. Pero me gustaría recordar que la redacción sigue siendo la misma, donde hay un intento por cambiar las cosas, pero tenemos el país hecho unos zorros.

Mira, el sábado hubo una manifestación y el domingo llegaron comentarios de «solo habéis dado las detenciones, estáis manipulando», y les dije que las manifestaciones las habíamos dado el día anterior. Con esto, miré todos los digitales y todos hablaban de detenciones no de manifestaciones. Ahora hay un clima de sospecha, en el que estoy de acuerdo, porque hay que sospechar de oficio, pero de alguna manera quiero recordar que con Fran Llorente había unos profesionales que seguimos estando y peleamos metro a metro nuestra información. Ahora, con algunos jefes no trabajaría, porque tampoco les gustaría yo, pero tampoco les hubiera gustado en la anterior época. Cada cual tenemos nuestros perfiles.

En el tema de políticas de igualdad veo más información y, a pesar de que hay mucha información política, hay temas que ya no se olvidan y el tema de los derechos de las mujeres son derechos humanos, a las mujeres no se las puede matar de oficio o que, por ejemplo, dudar sobre el tema de la violencia de género ya queda fatal, como ha pasado con Toni Cantó. Temas como éste están evolucionando al margen de los gobiernos y creo que es un trabajo que hemos hecho desde la sociedad civil, asociaciones, desde el buen periodismo y en esto, soy optimista. Debo ser de las pocas…

«Los estereotipos utilizados en los medios de comunicación no reflejan a la mujer de la calle.»

P: Comentabas que por un lado están los y las periodistas y por otro, los medios, ¿es por esto que te decantaste por crear un periódico como Mujeres en Red?

M.B: Comencé con Mujeres en Red cuando en aquellos momentos solo existía el correo electrónico y estaba en Argelia y empezaron las matanzas colectivas a mujeres y me llamaban para dar conferencias sobre este suceso. Empecé a comprobar que muchas mujeres del mundo estaban conectadas mediante correo electrónico y podrían contarnos ellas mismas lo que estaba pasando. Después fui aprendiendo que algunas cosas que a mí me parecían impensables, desde el movimiento feminista llevaba muchos años teorizando sobre ello. Antes se llamaba «el mal que no tiene nombre» y entonces, otra mujer dijo «no, esto significa depresión porque las mujeres no se encuentran mal así porque sí, ni se deprimen así porque sí sino que se deprimen porque están infravaloradas o coartadas». Desde mi práctica periodística me fui encontrando con situaciones y que, gracias a la web, fui listando y vi que había otras personas que hacía tiempo teorizaban sobre ello. En mi caso primero fue la práctica y luego el plano teórico y, en relación con esto, el movimiento feminista siempre se ha estado muy devaluado en el marco general de las teorías. Siempre ser feminista ha sido «ser el demonio». Por esto, el conocimiento feminista ha estado alejado de los espacios tradicionales de formación.

¿Por qué te cuento todo esto? Porque cuando comencé con Mujeres en Red, me interesaba por los derechos de las mujeres e invité a que aquellas que se sintieran interesadas se fueran uniendo y ahora es una de las webs más potentes. Primero fueron las agresiones físicas y luego el ir complementando con los marcos teóricos y las explicaciones a esas agresiones junto con las políticas para intentar evitarlas. Esto, como periodista, me pareció interesante y con el paso del tiempo me he dado cuenta de que estaba en el meollo de la historia. Aun ahora me nutro de personas y de referencias que aprendí en su momento y que ahora tengo la ventaja de que son automáticas aunque otras muchas personas aún las están aprendiendo.

«Los periodistas debemos tener una mirada multicolor, multigénero, multitodo.»

P: ¿En qué medida consideras que los medios facilitan la imagen de la mujer en la sociedad? ¿Crees que los medios de comunicación no tienen en cuenta el contexto del problema ni lo tratan en profundidad?

M.B: Hemos conseguido que los medios de comunicación trate más la imagen de la mujer pero hay unos estereotipos tremendos. Me acuerdo de hace cuatro o cinco años cuando veía piezas del Día de la Madre en el que una compañera preguntaba «¿tú que esperas el día de la madre?» y la madre contestaba que esperaba que la hija encontrara novio. Eso lo puedes encontrar en la calle, pero como referente para el Día de la Madre… Hoy en día la mujer no quiere encontrar novio, sino que quiere encontrar un trabajo, estar en condiciones de igualdad con los compañeros, tener autonomía. Creo que en general aún los estereotipos utilizados en los medios de comunicación no reflejan a la mujer de la calle, pero tampoco refleja a toda la ciudadanía en general. Hay un problema serio en estos momentos en los medios de comunicación para reflejar lo que la sociedad está demandando. En esto, o espabilamos o nos quedamos atrás.

«El periodismo tal y como está diseñado tiene que reinventarse.»

P: En TVE realizas en ocasiones reportajes con temas más alternativos pero ¿hasta qué punto te ves influenciada por la agenda política?

M.B: No me considero una periodista alternativa, sino que soy buena profesional con los ojos abiertos y cuando hago una información en la plaza Tahrir veo hombres y mujeres, los hombres encantados de conocerse y las mujeres necesitan guardaespaldas para no ser agredidas. Miramos una noticia de forma troncal y a partir de ahí leerlas. Quizá, como soy buena periodista, ya desde el inicio aplico la perspectiva de género y pregunto qué pasa con los hombres y con las mujeres e incluyo mis miradas. Es algo que también es extrapolable al caso de Malí porque ¿qué pasa con los negros?, pero ¿qué pasa con los tuaregs?, porque si vamos a una calle de Gao todos son negros y tienes que hacerte la pregunta de dónde están los árabes. Y con esto resulta que te encuentras que como hay problemas tribales y etnográficos y se asocia a los tuaregs con los movimientos yihadistas, ahora que ha llegado el ejército francés y el de Malí, los tuaregs han huido porque tienen miedo a represalias. Con esto los negros dicen que todos los tuaregs y los que tienen pinta de árabes que se vayan.

Debemos tener una mirada multicolor, multigénero, multitodo. Por esto, aplicar la perspectiva de género nos ayuda a aplicar otra mirada, porque hasta ahora la mirada ha sido en masculino singular y ahora queremos que sea masculino, femenino, plural… y en periodismo debemos ser conscientes de realizarlo.

P: Aun hoy hay gente que sostiene que el periodismo ciudadano puede afectar al periodismo y a los que son periodistas. ¿Qué opinas al respecto?

M.B: Creo que el periodismo ciudadano es una riqueza. El hecho de que un ciudadano haga un vídeo y sea testigo es una riqueza, te da información que normalmente no tienes. El y la periodista cambia el rol y es mediador de la información. La formación que tengo por ser periodista de elegir información, contrastarla, valorar qué es importante y qué no… todo esto marca un contexto informativo que es el que yo transmito. Eso no lo tendrá un testimonio. Hay que perderle miedo al testimonio de la ciudadanía y lo que hay que hacer es contrastar información, cuanta más riqueza tengamos, mejor…

Y también me parece importante el concepto de fuentes abiertas: yo tengo una opinión, doy unos titulares, destaco determinadas cosas y además enlazo los documentos que me han servido para opinar lo que yo opino. Esto es una riqueza pero requiere una reconversión porque los y las periodistas ya no somos dioses, que nunca habían sido discutidos y ahora alguien hace una crónica y te sale otro diciendo que él estaba allí y eso no fue así. Como estás documentado y has hecho una buena información dices que te basas en esa información y en tu criterio… esto exige una diferencia en la posición y tenemos que aprender. El mundo digital abre nuevas posibilidades, tiene sus inconvenientes pero lo que no podemos hacer es asumir como propios los y las periodistas los retos que tienen las empresas de comunicación. Una cosa es el reto como «periodistos» y periodistas y otra cosa es el negocio del periodismo que tal y como está diseñado tiene que reinventarse.

Agradecemos a Montserrat Boix que nos atendiera y, sobre todo, que accediera a hacer la entrevista en la calle, en pleno febrero. Por cuestiones técnicas, concretamente de audio, no hemos podido conservar el vídeo de la entrevista y enlazarlo directamente en lugar de transcribir. 

(*) Entrevista realizada por: Ana Isabel M. Cordobés (@Ana_Cordobes); Fotografías: Juan Carlos Castro (@JimmyTurunen)

1 COMENTARIO

  1. […] Inicialmente, la entrevista estaba grabada en vídeo, pero sabéis que los recursos en la Uni son algo escasos así que grabamos sin micro de corbata. Oh, sí. El resultado: el sonido ha quedado más-que-defectuoso. Como no puede ser de otra manera, hay soluciones pa’ to’, así que decidí transcribirla y está publicada en la revista de la Facultad de Filosofía y Letras, InformaUVa. […]

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