María Monjas Eleta, profesora de Periodismo de la Universidad de Valladolid, nos abre la puerta de su despacho para hablarnos de su nuevo libro, que vio la luz el pasado mes de enero bajo el título de “Patrimonio Cultural y Prensa. Tratamiento periodístico del patrimonio en Castilla y León”.
La obra, elaborada a partir de una tesis doctoral publicada en el año 2012, se escribió a partir de un “desglose”. “En mi tesis hay muchas tablas y gráficos, los datos están muy desarrollados, mientras que en el libro todo aparece presentado de forma más general”, señala la autora.
Lo cierto es que esta inquieta profesional no se conformaba con tener su tesis en el repositorio documental. Por este motivo, ha querido publicar una obra basada en su esfuerzo, un esfuerzo que “aporte más conocimiento al que ya existente en la universidad“. Y es que, aunque Monjas considera que existe una gran cantidad de “estudios interesantes, como los referidos a las patentes y a los inventos aerodinámicos”, en lo referente al periodismo no hay trabajos “capaces de crear lectores críticos de prensa, es decir, capaces de defender el patrimonio sobre el papel”.
Desde Inform@UVa hemos querido indagar un poco más en esta nueva obra que, sin duda, supone una valiosa aportación dentro del campo en el que centra su atención la docente. “El estudio del tratamiento periodístico del patrimonio cultural es escaso. Hay bibliografía, pero muy fragmentada”, apunta. Además, añade que en este sentido, “las referencias a los medios de comunicación, si las hay, son tangenciales y mínimas”.
Pese a las carencias señaladas por la investigadora, ésta considera oportuno mencionar algunos trabajos llevados a cabo en la Universidad de Valladolid en alusión al patrimonio, “pero que están enfocados desde el punto de vista económico o educativo“.
“En la UVa hay grandes especialistas en patrimonio cultural, por ejemplo Herrero, pero él lo aborda más bien desde la perspectiva del aprovechamiento económico”. La periodista también hace una mención especial a Olaia Fontal Merillas, una estudiosa reconocida a nivel nacional e internacional que, sin embargo, “se centra en la cuestión educativa del patrimonio”.
Respecto a aquello que aporta de novedoso su libro, María Monjas subraya la exclusividad: “del enfoque que yo hago, desde la especialización periodística, no hay prácticamente ningún trabajo publicado”. También señala que el orden de su obra atiende a aspectos relativos a esa especialización, así como a los géneros y fuentes que le son propios. Esto diferencia al libro de su tesis, “ordenada por tipos de patrimonio y de acuerdo al tratamiento que se da a cada uno de ellos”. En este sentido, la investigadora desvela que su truco fue “reordenar el contenido de manera que fuese útil” para sus alumnos, pero también para un público más general. Al fin y al cabo, en los periódicos “también se abordan temáticas que la gente desconoce porque no lo han estudiado, pero que son capaces de asimilar como lectores habituales de prensa que son”.
Monjas Eleta, motivada por la escasez de estudios del patrimonio desde la visión periodística, pretende con su publicación que ésta se convierta en “un estado de la cuestión para otros estudiosos, como una fotografía que retrata una situación determinada”, así como que pueda “servir para abrir un debate –sobre todo en Castilla y León y en época de crisis– sobre cómo debería ser un tratamiento del patrimonio cultural responsable y en profundidad”. Busca, en último lugar, que su trabajo trasmita “los valores inherentes al propio patrimonio”, para poder “crear conciencia” no solo en los ciudadanos, sino también en los profesionales.
Para concluir su encuentro con Inform@UVa, María Monjas nos resume el plan de trabajo que más le ha ilusionado en las últimas semanas: dar a conocer su libro en la sección cultural de su pueblo, Arévalo (Ávila). “Eso para mí supuso un test muy importante, porque se trata de presentar algo que es muy especializado a un público que no lo es pero que, sin embargo, está interesado en el tema”.
Consciente de lo “poco habitual” de su estudio, y de que la repercusión que pueda alcanzar la obra “llevará tiempo”, la docente se queda con lo positivo, y es que el libro “de momento, ha tenido una buena acogida”. Con algo más de “rodaje”, tal vez el éxito sea mayor… Después de todo, como asegura la entrevistada: “el conocimiento suele ser como el vino, hay que dejarlo reposar un tiempo en barrica para apreciar si vale o no vale”. Hasta entonces, habrá que esperar.
Por: Rayanne Arantes (@rayantes)