INÉS MODRÓN LECUE  |  Fotografía: Inés Modrón  |

Las butacas vacías en salas repletas de cine de autor han sido protagonistas en la 65º edición de la SEMINCI. El aforo limitado ha sido el distintivo de esta edición tan diferente a la de años anteriores. Aun así, el público se ha dejado seducir por las obras audiovisuales que se han proyectado en las pantallas de varios espacios de toda la ciudad. Con gran esfuerzo por parte de la organización, la Semana Internacional del Cine de Autor concluyó el pasado sábado 31 con una ceremonia de clausura y entrega de premios.

Decenas de fotógrafos ocuparon el Salón de los Espejos del Teatro Calderón para retratar a los afortunados que pudieron desfilar por la tradicional alfombra verde de la SEMINCI antes del comienzo de la gala. El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, fue el primero en pisarla acompañado de Ana Redondo, concejala de Cultura, y Javier Angulo, director del festival. Instantes después acapararon toda la atención los tres presentadores de la gala: Elena Sánchez, Eva Marciel y Álex O’Dogherty. Tras ellos, recorrieron la alfombra los componentes de los distintos jurados y premiados que pudieron acercarse a la ciudad.

La gala comenzó con un repaso de algunos momentos vividos desde el primer día del festival. En la inauguración, Álex O’Dogherty aseguró que había permanecido toda la semana en el teatro. A lo largo de toda la ceremonia de clausura el actor trató de escapar del  Teatro Calderón. Los espectadores pudieron ser testigos de sus intentos de huida gracias a los vídeos que se proyectaban entre las diferentes categorías de premios. Este gag sirvió como leitmotiv durante todo el evento.

Eva Marciel: ‘Esta edición ha sido diferente. Pero, precisamente por ello, ha sido un festival extraordinario’.

El tono de la gala se mantuvo optimista en todo momento, con referencias a la situación de la cultura en plena pandemia. Marciel aseguró que el cine tiene ‘esa magia’. ‘Te sientas en la butaca y puedes viajar, soñar, ser libre‘, afirmó la actriz.

Su compañera en el escenario, la periodista Elena Sánchez, remarcó este mensaje y animó a ‘viajar con la imaginación’. Recordó también que los espectadores han podido asistir esta última semana a más de 150 películas. Además, calificó el nuevo Canal SEMINCI de ‘un gran hallazgo de esta edición’.

Emma Suárez en el escenario / Inés Modrón
Emma Suárez en el escenario / Inés Modrón

Así se inauguraba esta entrega de premios, que comenzó con las categorías de Castilla y León en Corto, Espiga Verde y Espiga Arco Iris. Los galardonados fueron De Perfil, Éxodo Climático y The Night Train, respectivamente. A continuación, subió al escenario la actriz Emma Suárez, miembro del Jurado Internacional, que entregó el Premio Pilar Miró al Mejor Nuevo Director a Lili Horvát.

Javier Angulo señaló que ‘una mirada distinta, curiosa, y siempre sensible a la vida y a lo que nos rodea es seña de identidad’ de la SEMINCI. Bajo esta premisa, el jurado de DOC. España, en la voz de Ana Amigo, premió a Tierra de leche y miel, un duro retrato de las consecuencias de las guerras.

Mar Felices y Sally Gutiérrez , presentaron los galardones de Tiempo de historia, dirigidos a Silencio Radio y 57 días. Mario Lumbreras y Laura Brasero, autores de este cortometraje, reflejaron en él la historia de uno de los primeros enfermos de COVID-19 en España, que ingresó en UCI en febrero. Su productor, Hernán Zin explicó que ‘la clave para superar la pandemia está en el amor, la solidaridad, estar ahí y no bajar los brazos’.

Cartel Punto de Encuentro / SEMINCI

El portavoz de la sección Punto de Encuentro, Enrique Gabriel Ponce, prometió recordar esta edición ‘con especial sentimiento’ y felicitó a la organización por su ‘trabajo formidable’. Omelia Contadina triunfó en esta categoría como mejor corto extranjero y The best is yet to come obtuvo el premio del público.

La mejor obra de la noche del cortometraje español fue Stanbrook, de Óscar Bernacer. Una obra que pone la mirada en la tragedia de los refugiados. El director aseguró que haber podido proyectar el corto en una pantalla grande en estas circunstancias había sido muy especial.

 

Por otro lado, 180 Degree Rule obtuvo el premio a Mejor Largometraje de esta edición. Su directora, Farnoosh Samadi, agradeció desde Irán a todos los vallisoletanos que ‘se hayan reunido en torno al cine para mantenerlo vivo en estos días tan difíciles‘.

A continuación, Julia Juániz entregó el Premio José Salcedo al Mejor Montaje a Persian Lessons. El premio al Mejor Actor fue para Shai Avivi, que celebró que ‘el idioma del corazón traspase fronteras físicas y lingüísticas, hasta las restricciones del coronavirus’. Por su parte, Natasa Stork fue la galardonada como Mejor Actriz. Esta aseguraba estar muy emocionada por recibir el premio en su primer papel protagonista. Fue la actriz principal de la película húngara Preparations to be together an unknown period of time. Es una obra que ‘habla de temas fundamentales, como el amor, de una forma muy peculiar‘, describió Stork.

Los hermanos palestinos Arab y Tarzán Nasser recogieron agradecidos el Premio Delibes al Mejor Guion por su largometraje Gaza Mon Amour. La Espiga de Plata de la categoría de cortometrajes la recibió Moi Barnabé. Fue El mártir de Fernando Pomares quien obtuvo la Espiga de Oro. ‘La cultura es segura. Nos hemos de encontrar. El virus es peligroso, pero las personas somos seguras‘, proclamó en su discurso.

Nowhere special se alzó como ganador del Premio del Público y The cloud in the room  al de Mejor Fotografía. ‘Un buen vino es como una buena película. Dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria. Es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace con cada saboreador‘. Con estas palabras de Fellini, entregaba el Premio al Mejor Director Denominación de Origen Ribera del Duero a Ivan Ostrochovský y Aurel Froment.

Mariano Barroso, presidente de la Academia de Cine, entregó la Espiga de Plata a Gaza mon amour y aprovechó para reivindicar la cultura. ‘No ha habido ningún brote en ninguna sala de cine de todo el país. El cine es un lugar seguro y quiero animar a la gente a que vaya’, explicó antes de que un mar de aplausos arrastrase toda la sala por sus palabras. Subió entonces al escenario Peter Beale, presidente del jurado, para presentar la Espiga de Oro. La obra premiada fue la húngara Preparations to be together for an unknown period of time. Su directora, Lili Horvát admitió que su buen recibimiento ‘había superado todas sus expectativas‘.

Las presentadoras en el escenario / Inés Modrón

Así, finalizó una gala marcada por el optimismo de los discursos y de la música de La Bizarrería, que se despidió con su Me quedo con lo bueno. Elena Sánchez agradeció a todo el público que había formado parte de esta edición. ‘La cultura es segura si se hace que así sea’, añadió. La ceremonia y su proyección posterior, Un triomphe, dejaron al espectador con un agradable sabor de boca con regusto a esperanza.