MARÍA ARROYO CANO | Fotografía: María Arroyo |
El Museo de Arte Africano Arellano Alonso abre sus puertas a una exposición centrada en el papel de la mujer en la sociedad africana. A través de fotografías, muestra la realidad que viven cientos de mujeres y todos los retos a los que se enfrentan.
La exposición fotográfica sobre mujeres africanas se encuentra disponible en el Museo de Arte Africano Arellano Alonso hasta el 11 de noviembre en horario de 11 a 14h y de 16:30 a 19:30.
Los datos históricos revelan que la sociedad no hace muchos años ha rechazado el machismo en los países desarrollados, pero aún así sigue presente en el Tercer Mundo. Muy a pesar de esto, la mujer ha conseguido hacerse eco, ya sea mediante la creación de asociaciones o la puesta en marcha de iniciativas. Estas actividades le ha permitido liberarse de tareas asignadas a su sexo y dotarlas de una autonomía que les ha hecho ganar protagonismo en una sociedad machista.
En África, la mujer es más productiva que el hombre y, sin embargo, no es quien más beneficios ingresa en la economía. Solo ella elabora entre 60 al 80% de los alimentos y aseguran entre 60 al 90% de su comercialización. La brecha salarial la hace vivir en la pobreza, mientras que los ingresos generados son controlados por hombres que se lucran a costa de su trabajo.

La población femenina está restringida a optar a cargos superiores en países tercermundistas. La mujer esta limitada en la intervención política y, por tanto, de dar su voz en toda materia política y económica. Es por esto por lo que se organiza en asociaciones para defender sus intereses y apoyar sus propias iniciativas. Pese a que la sociedad avanza y la presencia femenina ha aumentado, las limitaciones siguen presentes.
Es cierto que el hambre es una constante en los problemas de salud de cientos de africanos, pero no el único. Ante la falta de infraestructuras, los partos siempre suponen un riesgo para la vida de la madre, del bebé o ambos. Unas 250.000 mujeres mueren por complicaciones en el parto o en el embarazo cada año. Y aunque el virus del SIDA afecté al 57% de la población femenina, también es una realidad que tan solo un 37% llega a los 65 años.
De los 40 millones de escolarizados en África, dos tercios son mujeres. La escolarización es un privilegio al que no muchas niñas suelen acceder, más de la mitad de las niñas africanas no están escolarizadas. La enseñanza de estudios superiores es un fenómeno muy actual al que no todos optan, por mucho que la mortalidad disminuya y la productividad aumente debido a la adquisición de nuevos conocimientos.
Las niñas son relegadas a las tareas domésticas como prioridad frente a la escolarización. La desigualdad existente no solo las obliga limpiar o barrer, sino que también las adjudica el puesto de niñas soldado en los conflictos bélicos o las somete a violaciones al convertirlas en esclavas sexuales.
La mujer africana vive al margen en una sociedad controlada por hombres. Las fotografías presentadas invitan al espectador a reflexionar y observar la realidad que muchas veces obviamos.



