ALBERTO DOMINGO SÁEZ | Fotografía: Pixabay |
Con el paso de los años se ha visto reflejado a través del avance de la sociedad como la ciudadanía ha ido adoptando nuevas costumbres y dejando de lado muchas otras. Es el desarrollo natural del ser humano. Durante el siglo XXI se ha observado como la llegada de la tecnología ha afectado de lleno en el desarrollo y bienestar de la vida.
Desde el punto de vista de los jóvenes, la adaptación a las tecnologías no ha sido una tarea complicada. Esto se debe a que al vivir adaptados a Internet, las pantallas táctiles, y las facilidades para obtener cualquier tipo de información, se ha vuelto algo cotidiano. Para la gente mayor que oscila los 65-75 años en la actualidad, se ha vuelto una tarea complicada.
Según los datos que ofrece el INE (Instituto Nacional de Estadística), se observa un desarrollo y la creciente subida de personas que comprenden la edad de 65-74 años que en el año 2006 tan solo un 5.1% utilizaba Internet y ahora es más del 70%, en concreto, un 73.3% en el año 2021. Datos que avalan que las instituciones consiguen equilibrar el peso y la responsabilidad que cae en las diversas generaciones.
En Castilla y León con el aumento progresivo de la despoblación también se ha incrementado la brecha digital entre la gente que vive en estas zonas. No solo hay dificultades para poder obtener internet, también las hay para obtener la propia cobertura. Han sido muchas las compañías telefónicas que con las ayudas recibidas por parte del Gobierno han prometido comprometerse en el aumento y la llegada de internet a estas zonas.
La gran cuestión para aquel que quiera mudarse de las grandes ciudades a la tranquilidad que puede ofrecer un pueblo, donde los problemas de encarecimiento se hacen evidentes con la falta del internet. Una persona que no tenga ya no solo cobertura, sino internet, hace complicado que pueda mantener un puesto de trabajo en el qué se pueda mantener si se tiene una gran dependencia al internet.
Aunque el aumento de la población en los pueblos bien comunicados se relaciona directamente con la pandemia de la Covid-19. Se debe a la posibilidad de la gente que puede teletrabajar desde sus casas en zonas rurales. El caso más conocido por parte de esta brecha digital se ha producido con la fusión de los bancos Caixabank y Bankia.
Muchos de los clientes con una edad elevada se han quejado de forma activa por los problemas de adaptación con las nuevas aplicaciones. Algo que evidencia que aún son muchos los mayores con la capacidad de utilizar el internet, pero sin las herramientas necesarias que expliquen de forma óptima el uso que puede tener.
Carlos San Juan, jubilado de 78 años entregaba más de 600.000 firmas en las sucursales del Banco Santander después de reclamar “una atención más humana”. Un problema que evidencia las dificultades de adaptación. De un modo tan reivindicativo con esta campaña, ha conseguido que el banco nacional extienda su horario de atención al cliente hasta las 14:00 horas.