DANIEL ALONSO REDONDO | Fotografía: Pixabay |
Llega el mes de mayo y con él el buen tiempo. En tierras de Castilla, en las que el mal tiempo nos engaña con sus idas y venidas, siempre es de agradecer cuando el sol empieza a asomarse más de lo normal. Ya se nota en nuestras calles. Las terrazas llenas, los días más largos y el cielo despejado dan la bienvenida al buen tiempo en nuestra comunidad. Ah, y en el mes de mayo también empiezan las entregas de trabajos y la preparación para los exámenes.
Para los universitarios, el mes de mayo no supone el inicio de la alegría veraniega. Todo lo contrario. El quinto mes del año en la universidad es sinónimo de estrés y ansiedad. Todas las entregas de trabajo se concentran en este mes (normalmente en la misma semana) y después, por si no fuera poco, nos esperan los exámenes del cuatrimestre.
Si te cuesta afrontar este último apretón de curso y no sabes cómo lidiar con ello, aquí te ofrecemos una serie de consejos que pueden ayudarte en tu camino.
Organiza tu trabajo
Por experiencia personal, no es buena idea dejar todo para el último momento y después sentirte mal por ello. Una buena organización del trabajo puede garantizarte buenos resultados y además te ayudará a sentirte realizado. Tampoco es necesario volverse obsesivo con la planificación del trabajo o del estudio, no pasa nada si algún día no llegas al objetivo a cumplir, pero es esencial tomárselo con la seriedad con la que deberías. Si quieres buenos resultados, tendrás que trabajar para ello.
No le temas al éxito, pero tampoco al fracaso
Fallar es humano, es de las cosas que más repetimos en nuestra vida, los errores. Te plantas en el examen, a pesar de que lo llevas más o menos preparado no estás seguro de si vas a poder sacarlo adelante. Lo terminas y todos tus compañeros comentan la respuesta en el pasillo (aquí entraría un mini-consejo: si no quieres comerte el coco, no los escuches), te das cuenta de que te has equivocado. Ves las notas y has suspendido.
¿Qué es lo siguiente que vas a hacer, hundirte en tus pecados o intentarlo en la segunda convocatoria? Creo que la respuesta es clara.
Fallar en un examen o trabajo no es lo mejor que te pueda pasar, no, pero es otro examen más u otro trabajo más de las decenas que habrás hecho en tu vida. Es otro más, no tienen misterio para ti. Ya has hecho muchos. Tú puedes con ello.
Expresa tus sentimientos
Lo peor que puedes hacer si te sientes estresado por un examen o agobiado por un trabajo es callarte y lidiar tú mismo con tu mecanismo. Recuerda que a tu alrededor tienes a gente que pasa por lo mismo que tú y con la que compartes gran parte de tu tiempo a la semana. Puede que no te entiendan, pero sí que pueden escucharte. Habla con tus compañeros de clase, no esperes a que la situación estalle en el último momento.
Tu familia también puede echarte un cable. Llevas con ellos toda tu vida, te escucharán y te darán consejos que han adquirido con la experiencia de los años.

Tómate tu tiempo
Si necesitas despejarte después de un día de estudio, hazlo. No te sientas culpable por salir a dar una vuelta para aclarar las ideas. Si tu mente y tu cuerpo lo necesitan, deja de lado por un momento el trabajo en el que llevas toda la semana atascado.
Al final, la frustración se acumula y poco a poco resta a tus capacidades en el estudio o en el trabajo. Permítete un descanso, pero recuerda que después tienes que volver.
No te compares
Uno de los problemas en los que caen los estudiantes es la comparación constante con sus compañeros de clase. Si ves que, en un examen, una persona que ha estudiado menos durante menos tiempo ha sacado una mejor nota que tú, no te preocupes, es normal. Todos estamos hechos de una pasta diferente y, aunque pueda sonar típico, todos somos mejores en algo que los demás no lo son.
Aquí también entra en juego cómo te conozcas a ti mismo en diferentes situaciones. Adáptate para alcanzar mejores resultados y exprime lo mejor que tengas, porque nadie más lo tiene.
La universidad es dura. Como todo, tiene sus partes buenas y malas, pero reside en ti salir de la facultad con un buen o mal sabor de boca. Piensa que, aparte de aprender, la universidad está para pasarlo bien, disfrutar de la experiencia. Los exámenes y trabajos son un trámite por el que es necesario pasar, pero no son nada que ya no hayas hecho, no son nada que ya conozcas. No son nada en comparación con lo que puedes hacer, creételo.